Cuenta la historia de los antiguos habitantes de San Agustín, localidad que se ubica en el centro de la Isla de Lemuy, que hace muchos años vivían en una misma casa dos hermanos. Uno era casado y el otro don Manuel Mansilla. El casado tenía celos de su hermano Manuel; una noche mientras dormía le dió muerte con un cuchillo. Posteriormente, lo vistió y llevó su cadáver al monte, enterrándolo al lado de un árbol. Cuando algún vecino preguntaba por don Manuel Mansilla, su hermano respondía lo mismo “se fué a viajar”. Pasado ya más de un año, un vecino que andaba en busca de sus animales que se habían salido del campo, acompañado de su perro, vió que éste empezó a ladrar y a escarbar la tierra al lado del árbol, apareciendo el cadáver de don Manuel Mansilla, a quién el vecino reconoció. El autor de éste crimen fue detenido por Carabineros y en el lugar en que se encontró, los vecinos construyeron una pequeña casa a la que concurre mucha gente de diversos lugares, pues descubrieron que era una ánima milagrosa ya que siempre escuchaba sus ruegos y peticiones. Yo mismo he estado en el lugar, el que siempre se encuentra con velas encendidas y en sus paredes cuelgan placas de bronce y de mármol grabadas, con los agradecimientos de quienes han recurrido a él en busca de sus milagros.
Hi Marian! In Chile, like many Latinamerican countries, have a tradition... when someone dies in accidental situations or in sudden form, your parents or family construct a small house where candles are lit. Commonly the people takes these places as yours too. Even not knowing in life the dead person. The years are passing and this dead person turns into a kind of "saint" for them, granting favors and miracles to them. It is for this that they have a lot of devotion. This "animita" (in spanish)has more than 100 years, and since it is possible to see is a real house … very big, full of offering, gifts and plaque of gratefulnesses. Thank you so very much Marian for all of your kind words and for taking the time to go through my portfolio.