Hola Salvador, alguna vez me ha tocado dar clases sí, pero no soy "profesor"...Me gusta aprender y cuando sé, también me gusta compartir lo que sé, que no es exactamente lo mismo que enseñar...
Gracias Gustavo, por tus solidas reflexiones, sobre temas de la Física, materia que no se como hice para soslayar en el Bachillerato. Muy utiles conceptos en todo caso, muy agradecido por tu generoso interes en enseñar: sos o has sido prof.? Un abrazo, Sal.
Ja...ja....la realidad es mucho mas concreta que las interpretaciones, bueno, de todas fromas la luz de una cocina puede ser tan "cálida" como la de un atardecer... Te cuento que la cuestión de la calidez o frialdad de la luz y los colores es un concepto puramente técnico interesante de analizar...te cuento: los distintos tipos de iluminación (natural, artificial, etc) se diferencian por la predominancia de colores rojos o azules y esto se describe mediante la "temperatura de color". Este parámentro se logra calentando una barra de acero normalizada que a medida que la vas calentado vira de los rojos a los blancos pasando por los azules...cuanto más caliente más blanca...La temperatura de color que se mide en grados Kelvin...La luz diurna como las de neon por ejemplo, puede llegar hasta los 10000 grados Kelvin mientras que a las luces de los atardeceres les corresponden temperaturas de color más bajas por su predominancia de rojos.
Pero...ja...ja....por otra parte se persive en general que los colores marrones y los rojos son "mas cálidos" y la predominancia de azules mas "frío", esto además proviene de la pintura. Esta percepción es totalmente opuesta a como se define la temperatura de color, parámetro intrincecamente diferente pero que generalmente de confunde...
No se aclaré o oscurecí pero por lo menos me entretuve escribiendo...
No, Gstavo. Te vas a reir. Ninguna luz del atardecer. La superficie sobre la cual esta,es la plancha de una cocina muy moderna, y la luz que lo ilumina es la de esa misma cocina destinada a iluminar esa plancha. Mucho mas prosaico que tu generosa imaginacion. Gracias, Un abrazo, Salvador