Obviamente ! Por supuesto. Y no creas que yo no disfruto investigando a partir de preguntas que inicialmente no son mías.
Es más, aquí viene la continuación final:
En los piés: las sandálias, de cuero o paño, forradas de seda o cetín, muchas veces con la punta del pié “areado”. La bahiana no usa pedicuro porque la arena lima sus dedos al caminar.
Ordinariamente usan batas o sacos, sin escote, con mangas largas y bocas anchas. Cuando se sientan disponen de estas polleras exuberantes a los lados, en una correcta ordenación que, aliada al vistoso colorido, da exactitud a la imagen expresada por Stephan Zweig: “parecem mujeres sentadas en una flor. Si no son flores las mujeres, con sus pétalos y cálices vistosos...”
La riqueza de las joyas, de los collares, cadenas, brazaletes, presillas, anillos, multiplicados y relucientes, hacen de la bahiana ídolos humanos revestidos de trapos y metales caros, pero principalmente por la belleza de los ejemplares humanos, que esos indumentos de tejidos y joyas revisten, como precioso corazón o semilla de fruta rara...
La habitual presencia del color dorado en sus ropas llevó a que Holden, pastor protestante americano que visitó Bahia entre 1866-1868 registrara una estrofa de un samba que decía: “A mulata é de ouro, É ouro só, As cadeiras dela, É ouro só...”
Lo que pretendía afirmar Afrânio Peixoto en 1945 (en su “Breviário da Bahia”) era que, dentro de la variedad individual del gusto y de la fortuna personal de cada mujer tradicional de Bahia, en los días comunes o de fausto festivo, se mantiene la misma tradición. Son morenas doradas y adoradas. (cf. jangadabrasil.com.br/marco43/pa43030b.htm)
Wow!! Ezequiel... me encanta leerte!!, y a la vez me da apuro el tiempo que dedicas a tus respuestas...es que soy preguntona, curiosa, y me interesan estas cosas, pero no quiero abusar de tu bondad!!! muchísimas gracias.. te puedo pedir un favor??? Puedo guardar estas explicaciones que me encantan??? Espero tu sincera respuesta... gracias una vez más!
... El torso, como gracioso turbante, vela los cabellos crespos lanosos. No deja de emitir su opinión (que no comparto de modo alguno): “Como o feio da raça ou da sub-raça é o cabelo e não a cor, ela, graciosamente, suprimiu o que tinha de feio, escondido no torso de seda ou de pano fino, branco ou de cor, variegado, que apenas deixa à mostra os lóbulos da orelha com argolas ou brincos e a nuca prometedora”. Peixoto define al Torso de este modo: “Un paño cuadrado y doblado en diagonal, con la punta del medio cayendo sobre el frente, y los dos extremos atándose a la nuca: este es el “Torso de Pico”. Más compleja es la manera opuesta, en la que el pico queda para atrás y se encuentra con las extremidades en la nuca, dejando lisa la frente, concertando el efecto de los nudos como gracioso turbante. Y sigue: la camisa blanca de mangas cortas y bordadas que apenas cubren el hombro y esconden las axilas. Son de de lino finísimo y bordadas esmeradamente, con “puntos à jour”, de graciosas y difíciles combinaciones, con diseños de cruces, flores, volutas, girnaldas y otros puntos, dándoseles el nombre de “ala-de-mosca”, “jasmín”, “camino de vías”, “buenas-noches”, “barafunda”, “laberinto”... combinaciones de tejido o bordado con los efectos más ricos o delicados que se puedan ver para adorno de la piel humana. Las enaguas son blancas, también bordadas, engomadas, siendo tres por lo menos, para que la pollera tenga efecto de balón. Esta pollera o dos, superpuestas, en rueda, que tomam largura atrás y en los flancos, es de paño fino, seda, o tejido estampado, con diseños o líneas de colores. En la cintura, así como sobre el hombro derecho, se ajusta una tela bordada, con diseño de laberinto o “tela de araña”. ...
Alicia: Una de estas bellezas bahianas está pronta para la playa. La morena, en cabio, viste sus ropas más típicas. Dado que te llama la atención su vestuario paso a exponerte la información más precisa. En 1945 Afrânio Peixoto escribió su “Breviário da Bahia”. Bajo el título “Mulheres que nâo mudan” (p.327-330) sostuvo que hasta la fe y el cielo tienen modas: hay santos y santuarios de moda. Y en esto, las mujeres dominan. Pero hay una excepción: las mulatas y criollas de Bahia. Ellas tienen una indumentaria propia, que no varía desde hace un siglo. Recuerda en su breviario que ya Santos Vilhena las describía, al final del siglo XVIII, de este modo: "as mulatas e pretas vestidas com ricas saias de cetim branco, becas, de liniste finíssimo e camisas de cambraia ou cassa, bordados de forma tal que vale o lavor três ou quatro vezes mais que a peça e tanto é o ouro que cada uma leva em fivelas, cordões, pulseiras, colares ou braçaletes e bentinhos que, sem hipérbole, basta para comprar dois ou três negros ou mulatas..." Tanto vestuario ordinario como festivo, es el mismo, aunque con sutiles diferencias en punto a la riqueza de los tejidos y de las joyas portadas. “Torso” o turbante, camisa blanca de “renda” (bordada), pollera y enagua, paño de espalda y sandalias: ahí está todo. ...
qué alegre foto Ez!!! Amplia sonrisa , colorida imagen... estupendas bellezas (ya nos tienes acostumbrados)... una festiva composición...me llama la atención el atuendo de la morena...eso debe ser una belleza bordada y calada... una artesanía preciosa!!! Felicitaciones!!!